domingo, 22 de abril de 2007

EL ÚLTIMO SOL

Estoy esperando el sol... el último sol...
Lo estoy esperando con una pierna entrecruzada sobre la otra, con un cilindro amarillo en el que vive un espejo con la función de mantener el agua caliente, para luego verterla sobre esos palitos verdes que el recipiente con forma de vasija contiene.
Cuando estaba por encender el último cigarrillo del paquete, mientras con mis manos buscaba en los bolsillos el encendedor, un pájaro, ni muy grande ni muy pequeño(habrá tenido el tamaño de una mano), se paró sobre la mesa y comenzó a mirarme, y al mismo tiempo a analizarme.
Yo con el cigarrillo en la boca, miraba esos ojos grises.
Parado sobre una caja de cerillas, abrió la misma con una pata, sacó un fósforo de seguridad de madera, y frotándolo contra la caja, encendió el fósforo.
-:Acércate, dijo
siguiendo sus indicaciones, acerqué mi cara hacia la llama y encendí el cigarro.
-:Gracias!!, le dije
-:No hay por qué, respondió guiñando un ojo.
-:¿De donde eres? Pregunté para que se quede un rato, pues lo veía ansioso.
-:De donde esperas verme llegar, respondió con una sonrisa
Aleteando sobre la mesa, como a unos diez centímetros, me dijo: Espera, que ese momento llegará. No hagas nada para que llegue o para evitarlo, solo déjalo fluir.
-:Es lo que estoy haciendo, le dije con un tono de seguridad absoluta.
-:Haz lo que te digo, sigue ese consejo, pues tu crees que lo estás haciendo bien, pero no te tienes la confianza suficiente. Tienes que estar seguro de ti mismo, tienes que dejar de actuar esperando cometer un error, sea pequeño, sea grande, tienes que dejar de lado esa posibilidad.
-:Todos se equivocan, le dije
-:Pero no todos piensan que pueden llegar a hacerlo. Hay gente que está segura y otra gente que no, pero no debes compararte con el resto. ¡¡Tienes que estar seguro!!
-:Pero... ¡¡¿y si tengo el espía sobre mis espaldas?!! Le dije con desesperación. No pensaba que estaba tan errado.
-:Con mas razón tienes que estar seguro, bajo presión tendrías que pensar menos en los errores. Tengo que irme, tengo que irme hacia “allá”.
-:¡¡Gracias por todo!! Si nos vemos otra vez te invitaré un trago. ¡¡buena suerte!! Le dije despidiéndolo.
-:Tu esperas que te desee suerte, pero lo que buscas no se logra con suerte. ¡¡ten cuidado!! Dijo despidiéndose.
Salió volando, y se perdió entre las nubes.
Sus palabras me sirvieron mucho, me sirvieron para reflexionar sobre el pasado, y espero haber superado ese margen que dejaba en mis actos.
Supongo que me daré cuenta cuando otro me diga, o cuando pase a otra etapa, o no, en una de esas me doy cuenta antes de pisar el palito, antes de caer en la trampa.
Quisiera tener mas poder de auto análisis; espero con el tiempo darme cuenta de los errores que voy cometiendo, y no luego de meses o años, sino a tiempo para poder corregirlos, o intentar corregirlos.
Vierto agua caliente sobre la vasija son palitos verdes, la agarro con mi mano derecha, la acerco hasta mi boca, y comienzo a beberlo.(Empiezo a beberlo mirando hacia el horizonte)
Unas burbujas parecidas a las que los niños hacen mezclando agua y detergente comenzaron a venir hacia mí. Eran millones, y no veía nada mas que esas burbujitas.
Eran como las que los niños hacen solo que contenían un brillo impresionante, tenían ese color tornasolado, pero con un brillo casi enceguecedor.
Dentro de estas burbujitas había pequeñas doncellas besándose, disfrutándose, tomándose, entregándose, respetándose.
Cuando pasaron frente a mi dejaron de hacer lo que hacían, y posando sus burbujas a un costado de las sillas que rodeaban la mesa, se sentaron junto a mi.
Fui hasta el patio trasero, corte unas hojitas de menta, renové los palitos que ya estaban gruesos y no flotaban, y vertí nuevamente agua caliente en la vasija
-:¿Quieren?, les dije amablemente
-:¿Qué es? Preguntaron al unísono
-:Prueben y díganme si les gusta, les dije eludiendo la pregunta. No quería decirles como se llamaba lo que estaba tomando, pues no iban a entender, y explicando no soy muy bueno.
-:¡¡¡¡Mmmmmm!!!!¡¡¡¡que rico es!!!! ¿cómo lo haces?, preguntaron
-:Pongo de esos palitos verdes dentro de este recipiente, caliento agua y antes de que hierva la saco del fuego porque sino estos palitos dejan de flotar rápidamente, y cuando dejan de flotar no es muy rico. Luego corto unas hojitas de menta para darle un sabor particular, y de ese cilindro amarillo pongo el agua caliente dentro de la vasija.
-:Es un proceso difícil, dijeron.
-:Al escucharlo suena difícil, pero no lo es, respondí como un doctor al que el paciente le pregunta que hacer con los dolores de garganta.¿De donde son?, les pregunté, pues no las veía muy cómodas con el silencio.
-:De donde esperas vernos llegar, respondieron amablemente. Vemos que sigues esperando, como te habían dicho, dejándolo fluir.
Eso está bien, cuando estés preparado tu mismo te darás cuenta, no esperes que alguien lo diga por vos. Tu eres el único que sabrá cuando es el momento indicado. Acuérdate de confiar en ti mismo, eso es muy importante.
Luego de estas palabras subieron nuevamente a sus burbujas tornasoladas y partieron.
-:¡¡¡Suerte!!! Les dije despidiéndolas
-:¡¡¡sigue!!! Me dijeron despidiéndome.
Al escuchar esta palabra supuse que no estaba tan errado como cuando el pajarito llegó.
En este momento a mi izquierda hay unicornios, a mi derecha hay un lago con hermosos cisnes, en mi hombro está posando el pajarito. Al frente están las doncellas en sus brillantes burbujas, atrás mío hay hermosos y verdes sauces; sobre el pasto hay flores coloridas por todos, hay también una cascada, el clima es espléndido, todo es hermoso

Y yo, estoy esperando el sol...
El último sol.

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